Consejos de pesca con mosca para esos días que no son del todo verano y no son del todo otoño

Septiembre y octubre marcan el comienzo de la pesca con mosca más fina y consistente del año. Y si me perdonan por ser poético, en comparación con la primavera y el verano con sus hordas de pescadores y condiciones impredecibles, la pesca en estos dos meses brillan como el primer indicio de escarcha en una hoja de arce teñida de carmesí.

Tres elementos son los que realmente ayudan a definir la pesca con mosca en esta época de finales de verano y principios de otoño. En primer lugar, las noches más largas y frescas significan temperaturas del agua más bajas, un alivio bienvenido después de los días caninos del verano. En segundo lugar, los caudales de los ríos suelen ser claros y estables. Y en tercer lugar, las eclosiones aunque más reducidas en número de individuos, tienden a durar más.

Si prestas atención a estos tres elementos y vas preparado al río para lo que es probable que te encuentres, tus posibilidades de éxito aumentan muchísimo.

A diferencia de la pesca en verano, cuando los peces suelen estar más activos al amanecer y al atardecer, las truchas de otoño aprovechan las temperaturas óptimas del agua para alimentarse durante prácticamente todo el día.

Los últimos días del verano y los primeros otoño, con su mezcla de aguas frías y temperaturas agradables durante el día, tienen un punto dulce mucho más grande que cualquier otra época del año. En consecuencia, tendrás más oportunidades que un día promedio, y este aumento de oportunidades casi siempre dará como resultado más truchas en la red.


Otoño en el río Esla.

El otoño 

El otoño ofrece una serie de desafíos distintos para el pescador con mosca que son específicos de la temporada de pesca. Los ríos bajan considerablemente sus caudales y las aguas se vuelven más claras de lo que son durante gran parte del verano. Las eclosiones de insectos acuáticos se reducen en número de individuos y en tamaño. Las hojas que caen de los árboles empiezan a cubrir el agua. Las temperaturas cambian y los ángulos solares también. Todas estas diferencias y más se suman al rompecabezas, un cambio de estrategia al que se tiene que enfrentar el pescador con mosca si quiere tener un mínimo de éxito.

Así como las condiciones climáticas de esta parte final de la temporada suelen oscilar entre el verano y el otoño, también lo hace el comportamiento de las truchas. Como resultado, una combinación de tácticas de pesca con mosca de verano y otoño puede conducir a un mayor éxito. Aquí hay algunas ideas a considerar para esos días que no son del todo verano y no son del todo otoño.

Cuidado con el sol

En todas las estaciones, observar los ángulos de la luz solar y buscar sombras es una parte importante de la estrategia del pescador mientras está en el agua. El sol de septiembre y octubre está más bajo en el cielo durante todo el día en comparación con los meses de verano. El resultado son ángulos de sol más bajos durante la mayor parte del día, lo que significa sombras más alargadas, más profundas, más anchas y más largas. Esto requiere por parte del pescador utilizar una estrategia más sigilosa, ya que aumenta la capacidad de proyectar su sombra sobre los peces y ahuyentarlos. Presta atención a la posición del sol en relación con la tuya, en que dirección se proyecta tu sombra y a que distancia.

Pon atención a tu ropa de pescar

El sol no es la única razón por la que es más fácil asustar a los peces en otoño, las condiciones de aguas bajas y claras no solo facilitan que las truchas vean y distingan bien por encima de la superficie del agua, sino que también las hacen más cautelosas. La ropa de pesca siempre es un factor a tener en cuenta para permanecer camuflados durante la temporada, pero su importancia es primordial en esta época del año. Unos colores otoñales acordes con el entorno son fundamentales, y si el vadeador es de camuflaje, mejor aún.

Presta atención a la temperatura del agua

Los pescadores suelen estar acostumbrados a pensar que las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son las mejores horas para pescar y, en general eso es cierto, sobre todo en verano cuando el sol está alto y las truchas buscan refugio termal. Sin embargo, en esta época de finales de verano y principios de otoño, las temperaturas del agua estables suelen dar lugar a condiciones que hacen que todo el día sea una oportunidad para que se alimenten los peces. A medida que bajan las temperaturas nocturnas también bajan la del agua y esto puede provocar que las truchas se aletarguen durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, en consecuencia, puede dar lugar a que los peces se alimenten más activamente al mediodía.

Comprender el comportamiento cambiante de las truchas en otoño

Las truchas de otoño están más agitadas y agresivas que el resto de la temporada. Este cambio de comportamiento está relacionado con el desove que crea una mayor territorialidad. Esta es una de las razones por la que los meses de septiembre y octubre son buenos para la pesca de la trucha, porque necesitan alimentarse y acumular grasa en sus cuerpos para pasar el largo invierno y remontar los ríos. El otoño también es un buen momento para pescar con streamers. Las truchas territoriales agresivas tienen más probabilidades de perseguir y, con suerte atacar un streamer y otras moscas que puedan representar una amenaza o perturbación para una trucha que se está preparando para el desove. Piensa en el tamaño, perfil y el color de tus artificiales, con el objetivo de irritar a un pez que de por sí ya está de mal humor.

No te quedes en casa, sal a pescar 

Esto quizás sea lo más importante. Muchos pescadores guardan sus cañas una vez que ha finalizado la pesca con muerte. La presión de pesca se reduce drásticamente. Los ríos se convierten en pueblos fantasmas, pero solo en lo que respecta a los pescadores, no a los peces. Lo cierto es que el mes de septiembre y octubre suelen ofrecer una buena pesca. De hecho, no encontrarás escasez de expertos pescadores que proclamarán con confianza que este último tramo de la temporada es su época favorita para pescar. Muchos de esos mismos pescadores también opinan que los cambios abruptos y significativos en la presión del pescador son en gran medida el por qué la pesca es tan buena cuando los árboles comienzan a desprenderse de sus hojas. Cualquiera que sea la causa, no te quedes en casa, sal a pescar, podrás resarcirte de los peores días de la temporada.

No te olvides de pescar a seca

Otro concepto erróneo de muchos pescadores con mosca es que el otoño significa estrictamente pescar a ninfa. Esto no es cierto, las truchas se alimentan agresivamente en superficie hasta bien entrado el otoño, y en algunos tramos sigue habiendo abundantes eclosiones de Tricopteros, Ignitas y Dípteros. Pero la alimentación agresiva en superficie no se limita solo a Tricopteros y Ephefemerellas. De hecho, septiembre y octubre pueden ofrecer algunas de las mejores pescatas de terrestres del año.

Atento, los insectos se mueven, las hojas no

Mi teoría es que la "eclosión de la hoja" puede ocultar algunas ofrendas de la trucha, lo que minimiza la posibilidad de capturar un pez. Cualquiera que haya pescado en octubre sabe lo cubierto que puede estar el agua con las hojas que se desprenden de los árboles. Estas hojas como sucede con el polen en primavera, es una molestia perpetua para el pescador, lo que conlleva recuperar la línea de mosca cada dos por tres para liberar del anzuelo las hojas ocasionalmente enganchadas. Estas hojas así como otros desechos otoñales también pueden dificultar la pesca con mosca seca al hacer que sea más difícil para los peces detectar la mosca. No es que las hojas parezcan moscas, pero las hojas y otros desechos que caen al agua, pueden aumentar enormemente la confusión visual de una trucha que está mirando hacia arriba esperando que la corriente arrastre algo comestible.

Un método para "ayudar" al pez a distinguir lo que puede ser comestible de algo que no es comestible podría ser imprimir a la mosca un poco de vida. Ya sea una Ignita o un escarabajo, los insectos se mueven cuando se caen accidentalmente al agua o derivan por la corriente, mientras que las hojas y el polen otoñal no. Imprimir un poco de movimiento a la artificial puede ayudar a que la mosca parezca algo más natural y provocar la subida del pez.

Bueno, esto ha sido todo. Espero que te hayan gustado estas reflexiones y te sirvan de algo para pescar más truchas en esta época del año.

Buena pesca otoñal.

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