Su vida en tus manos

El concepto moderno de captura y liberación ha cambiado la práctica de la pesca. Devolver los peces capturados es el nuevo estándar, pero entender cómo manipular una trucha es fundamental si queremos que vuelva a su medio sana y salva para pelear otro día.


Su corazón en tus manos

Si tienes que rehabilitar un pez, quizás sea demasido tarde... ¿No crees? 

Veamos

En mis comienzos como pescador guardaba mis capturas en una cesta de mimbre rellena de hierbas frescas que arrancaba del lecho del río para que las truchas estubieran frescas y no se despinaran. Por aquel entonces, mi hermano y yo pescábamos mayoritariamente truchas repobladas donde ninguna lograba sobrevivir al drenaje ácido de las minas de carbón del norte de la provincia, a los vertidos incontrolados de los pueblos ribereños, a las filtraciones de herbicidas y pesticidas de la nueva agricultura intensiba, al furtivismo, a las enfermedades contagiosas, a los lucios y cormoranes, y finalmente a los pescadores. Matábamos a las truchas y yo luego las preparaba en casa con la habilidad artística de un escultor, las freía en mantequilla y era uno de mis manjares favoritos.

Entonces, reanimar una trucha después de pescarla no era lo habitual. No fue una habilidad que desarrolláramos precisamente mi hermano y yo. En cambio, el método más común después de capturar una trucha era despacharla desnucándola rápidamente. Si, incluso en aquella época sabíamos tratar a los animales con respeto, por lo que no permitíamos que murieran asfixiadas dentro de la cesta o retorciéndose en el suelo.

Más tarde, la curiosidad por el mundo de la pesca con mosca me llevó a buscar truchas salvajes que por aquellos años había muchas. Estos eran peces astutos y resistentes, animales que nacían y vivían en el río. Capturarlos y devolverlos a su medio era lo más lógico, no solo porque en algunos tramos era de obligado cumplimiento, sino porque tenía sentido devolver las truchas salvajes a su medio. Peces acostumbrados a soportar todo tipo de situaciones que la naturaleza les imponía. Me preguntaba muchas veces ¿por qué? Porque debería interrumpir esas vidas creadas por la madre naturaleza, si quisiera llevar truchas a casa podría pescarlas en algún coto intensivo o en los tramos que sabíamos que había truchas de repoblación.

Un poco de historia

Al principio no me resultó fácil devolver una trucha a su medio. Un día pescando El Ómaña, por debajo de La Omañuela, capturé una trucha más grande de lo esperado. Luché con ella a brazo partido. Se descolgó por una fuerte corriente río abajo. Recuerdo que dejé que la trucha me llevara tras de ella entre recodos enmarañados y grandes piedras que dificultaban enormemente el paso. Cuando finalmente pude hacerme con ella, la trucha estaba completamente agotada. La quité fácilmente la mosca de su labio superior. Por un momento, admiré la preciosa trucha salvaje que tenía en mis manos y la solté en medio de la corriente. Luego, rápidamente se dio la vuelta panza arriba y flotó río abajo unos metros antes de que yo la recapturara de nuevo con la sacadera. ¿Ahora que hago? Pensé. 

Había leído algo sobre la rehabilitación de las truchas en algunas revista especializada, así que me puse manos a la obra. La sabiduría popular por aquel entonces era: clavas, luchas y a la sacadera, luego la reavivas y la devuelves al agua, no había muchas más explicaciones. Así que me arrodillé y acuné a la trucha permitiendo que el agua fluyera por su boca y sus branquias. Apoyé al gran pez salvaje en mi mano izquierda mientras se inclinaba de un lado a otro, y después de lo que me pareció un tiempo muy largo, la trucha recuperó la fuerza lo suficiente como para sentir sus músculos flexionarse y tensarse de nuevo mientras la acunaba dentro del agua cristalina del Ómaña. Lo que parecía una trucha dormida, ahora era una trucha despierta. Así que dejé que se fuera.

Nadó perezosamente aguas arriba, las corrientes más fuertes la empujaban hacia los lados, vaciló un poco, se inclinó algo y vi la blancura de su vientre por última vez. Luego se enderezó y nadó río abajo fuera de mi vista. En ese momento, asumí que mi trucha sobreviviría a este episodio. Ahora, sin embargo, dudo de esa suposición.

La idea de rehabilitar una trucha agotada, tanto como para que tengas que ayudarla a recuperar el equilibrio y la respiración, debería ser cosa del pasado. ¿Por qué? Porque si tienes que revivir una trucha, probablemente sea demasiado tarde.

Ciencia y Razón. "El Ácido Láctico"

No voy a hacer aquí una discusión larga y detallada sobre los efectos del ácido láctico en los peces. No, ni siquiera he encontrado un estudio científico que respalde mi afirmación en su totalidad. Y realmente no sé si se habrá hecho algún estudio al respecto, pero hay suficiente ciencia sobre la acumulación de ácido láctico para pensar en ello. Las truchas acumulan ácido láctico en sus cuerpos al igual que nosotros cuando nos encontramos en una situación estresante que priva a nuestro cuerpo de oxígeno. Pueden producirse niveles tóxicos de ácido láctico en una trucha por luchar demasiado tiempo con ella o por dejar al pez fuera del agua más tiempo del necesario.

¿Alguien en este país ha rastreado alguna vez una trucha capturada después de ser liberada? Lo dudo. Pero, ¿realmente necesitamos ese estudio? No tiene más sentido limitar al mínimo el tiempo de manipulación del pez, hacer la lucha lo más corta y rápida posible, usar sacaderas sin nudos y anzuelos sin muerte. Claro que podemos hacer todo eso, y más. Y si lo hacemos, rara vez tendremos que rehabilitar una trucha.

Rehabilitar una trucha

Hay muchos matices en un tema como este, así que esto es lo que quiero decir con rehabilitar una trucha...

Si un pez liberado no puede mantenerse erguido, entonces podría ser necesario la rehabilitación del pez. Si se tambalea de un lado a otro, o no puede nadar contra corriente, o lo hace con dificultades, entonces necesita más tiempo de recuperación antes de regresar al tipo de corrientes en las que viven la mayoría de las truchas de río.

Primero y ante todo, estoy argumentando que deberíamos evitar agotar a las truchas hasta el extremo de necesitar un tiempo de recuperación. Pero cuando sucede lo inevitable, aquí te recomiendo como rehabilitar una trucha:

1. Nunca aprietes a los peces, sus órganos vitales son muy sensibles.

2. Mantén la trucha en la sacadera o en tus manos, pero dentro del agua.

3. Sostén la trucha con la boca y la nariz aguas arriba, en aguas limpias y frías, con un flujo no muy fuerte.

4. Mira que funcionen sus branquias. No permitas que la red de la sacadera las bloqueen ni tampoco tus manos.

5. Sostén la trucha con suavidad para que no se incline de un lado a otro o sé dé la vuelta. Este es realmente tu trabajo principal, ayudar a la trucha a mantener una posición firme que haga circular el flujo del agua, el oxígeno necesario para su recuperación. Nunca pongas a la trucha mirando aguas abajo, el flujo por muy débil que sea podría dañar las delicadas láminas braquiales.

6. Observa y siente las señales que te da la trucha cuando ya está recuperada y quiere marcharse. Generalmente se manifiesta con aleteos de su aleta caudal. Cuando esto suceda, déjala ir. Después de todo eso, lo mejor que puedes hacer es esperar lo mejor para el pez. ¡Ah! No empujes, tires o acunes a la trucha durante la rehabilitación. Las truchas no necesitan que el agua regrese a sus branquias, podrías debilitar sus láminas branquiales, o lo que es peor, dañarlas irreversiblemente. Las truchas solo necesitan agua limpia y fría que entre en su boca y pase por sus branquias para extraer el oxígeno necesario.

Recuerda

No tienes la necesidad de agotar a una trucha para llevarla a la sacadera. Es posible que los peces más grandes necesiten que se cansen un poco antes de que comiencen a cooperar con el pescador y poderles guiar hacia la red. Los pescadores más experimentados que conozco, suelen embocar peces de categoría en menos que canta un gallo. No, no estoy exagerando. Realmente de lo que se trata es de luchar rápido. Es una forma de pensar y de pescar.

La supervivencia de una trucha después de ser devuelta a su medio, tiene mucho que ver con la rapidez con que se la lleva a la red y se la suelta. La rapidez es el factor crítico, así que por tu bien y el de todos nosotros, minimiza tu tiempo con la trucha.

¿Qué es lo que agota a una trucha?

Si queremos evitar la necesidad de rehabilitar un pez, evitemos en lo posible las siguientes cosas: 

1. Pescar en aguas demasiado cálidas. A medida que aumenta la temperatura del agua, también lo hace la demanda de oxígeno de las truchas. Así que mantenlo en mente, en aguas tibias hay menos oxígeno disuelto.

2. Manejo defectuoso del pez. Apretar a los peces siempre es malo, especialmente en sus órganos vitales.

3. Las luchas prolongadas. Las luchas prolongadas agotan a los peces, así que llévalos lo más rápidamente posible a la sacadera

4. Quitar la mosca de la boca del pez. Se suele producir un agotamiento excesivo de los peces al desanzuelarlos. Simplemente debemos estar listos para quitar rápidamente el anzuelo sin muerte de la boca o de cualquier otra parte del cuerpo de la trucha. Ten siempre preparado un alicate o cualquier utensilio para desanzuelar rápidamente al pez. Si el anzuelo está muy dentro de la boca de la trucha y tienes problemas para sacarlo o percibes que puedes dañar algún órgano, en primer lugar intenta calmar al pez dentro del agua, luego sujétalo con cuidado, corta el nailon lo más cerca posible del ojal del anzuelo, la trucha ya se encargará de deshacerse de él.

5. Demasiado tiempo fuera del agua. Limita el tiempo que la trucha pasa fuera del agua. Cuando sea posible, intenta quitar el anzuelo dentro del agua. Si optas por hacer una foto a tu captura, ten preparada la cámara antes de sacarla del agua, cinco o seis segundos para hacer una fotografía es más que suficiente y no exagero.

Si sigues estos pasos, no hay nada de malo en fotografiar tu captura o hacerte un selfi con el pez. Además, las truchas capturadas dentro de estas pautas, por lo general no necesitan ser rehabilitarlas y se alejarán nadando rápidamente al ser liberadas.

Más sobre como fotografiar a los peces y obtener excelentes fotografías lo puedes encontrar aquí, en este mismo blog.

Finalmente

Cuando una trucha llega agotada a la red, hay muchas razones para pensar que no podrá sobrevivir después de ser liberada, incluso, después de ser reanimada. Por supuesto rehabilitaremos a las truchas en las desafortunadas circunstancias en las que sea necesario rehabilitarlas, pero debemos evitar cualquier necesidad de rehabilitación.

No estoy diciendo que no rehabilites a una trucha, estoy diciendo que si rehabilitar una trucha es parte de un proceso regular en nuestra forma de pescar, probablemente algo estamos haciendo mal.

Buena pesca.

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo con todo.me parce increible que todavia tenga que llamar la atencion a algunos pescadores por el mal trato de las truchas.he visto dedos mas gorgdo que la boca de la trucha destrozar esta y mas para 5 minutos despues desanzuelar y tengo que preguntarles...por que no llevan usan pinzas? o un desanzuelador? o cortar el hilo? bueno y mucho mas muy mal hecho que seguro conlleva a una mortandad del 90%.Un saludo amigo

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