La pesca con mosca y el cambio climático

 El cambio climático está dando a la pesca con mosca un giro diferente a como la hemos conocido hasta ahora.

Inmersos en su entorno, los pescadores con mosca vienen observando muy de cerca los efectos del aumento de las temperaturas, lo que convierte en activistas a muchos de los que alguna vez dudaron del cambio climático.

Río Yellowstone (Montana), 15 de junio 2022.

Los pescadores con mosca ven cambios a su alrededor

Sumergidos hasta las rodillas, los pescadores con mosca más experimentados prestan atención a todo lo que sucede a su alrededor, a menudo observando de cerca las maravillas de la naturaleza.

En estos días, esa inmersión en su entorno también les da un asiento de primera fila para observar como el clima cálido está alterando los calendarios de la pesca con mosca y los ecosistemas de los ríos, amenazando su deporte favorito.

Cuando pasas mucho tiempo al aire libre, pescando un día si y otro también, y lo haces durante décadas, comienzas a ver un cambio en el comportamiento de los peces, los insectos y las plantas, y puedo asegurar que esos cambios suceden una y otra vez en la misma época del año.

Cualquiera que haya estado pescando con mosca durante una década o más, ha visto los impactos del clima en los ríos. Vemos un clima más cálido que cada vez comienza antes y termina más tarde. Vemos lluvias más intensas, incendios devastadores y eventos naturales que se han vuelto más impredecibles. Tales eventos ocurren naturalmente, pero rara vez han ocurrido tantos a la vez o en un grado tan extremo, lo que dificulta ignorar su conexión entre sí y con una tierra que se calienta.

Incendio en Sierra de la Culebra (Zamora), junio 2022, 30.000 hectáreas quemadas, 13 municipios afectados.

Temperaturas más cálidas y lluvias más intensas alteran los ríos y arroyos

Todas las primaveras, cuando me dirijo a pescar al río Omaña, voy con la idea de revivir un evento mágico, una eclosión de Dánicas como las de antes. Es un evento que cambia la vida de cualquier pescador con mosca que lo haya experimentado alguna vez

Machos y hembras de esta especie danzan en acrobáticos vuelos, unos alrededor de los otros en un baile nupcial que cubre el río por momentos, y cuando las hembras depositan sus huevos sobre la superficie del agua, o derivan majestuosas con sus cuerpos estilizados y sus alas brillantes, atraen a las truchas a la superficie para darse un festín. Sin embargo, en mis últimos viajes a este río, nunca las he visto volar, tal vez esto pueda atribuirse al clima cambiante de los últimos años.

Tengo conocidos que me preguntan que tal la pesca en León, antes les decía que bien, que el verano es una época excelente para pescar a seca, ahora les digo que no se molesten en venir en verano, que el nuevo agosto es ahora octubre para pescar a mosca seca.

El cambio climático también afecta a los peces y a los pescadores de otras formas. Es más probable que los ríos se hinchen y se enturbien con lodos después de unas lluvias torrenciales, o se queden esqueléticos por semanas o meses de sequías.

El aire puede estar lleno de cenizas por incendios forestales cada vez más frecuentes y devastadores, y los insectos acuáticos que los pescadores imitan para engañar a los peces, pueden emerger mucho antes de lo normal en momentos completamente diferentes del día, o no emerger en absoluto.

Los insectos acuáticos nacen antes cambiando la rutina de los pescadores y las aves

Hace solo una década, era casi tabú mencionar el cambio climático en las tertulias de pesca. Ahora, muchos pescadores se están uniendo para presionar al legislador en defensa de nuestros ríos y nuestro deporte favorito. Incluso algunos ya empiezan a comprar coches eléctricos. Como dijo un pescador propietario de uno de estos vehículos, "es hora de arremangarse y trabajar juntos en esto". La verdad es que no sé si compró el coche eléctrico para salvar a las truchas o para salvar su billetera.

Lo cierto es que lo que está en juego, no es solamente un deporte que disfrutan miles de pescadores con mosca del país, sino los beneficios económicos que aportan estos pescadores y sus acompañantes. Si la gente no viaja, no gasta dinero en hoteles y tiendas de pesca.

Para capturar al pez más apreciado por los pescadores con mosca, es preciso un escenario de aguas claras, frescas y ricas en oxígeno, y por supuesto mucha afición, ya sea que esté pescando un río de llanura regulado o uno de montaña natural.

Hace años, un pescador con mosca podía planear su jornada de pesca con antelación, basándose en la hora en que empezaban a eclosionar los insectos acuáticos, literalmente podía decir sin lugar a equivocarse que las truchas empezaban a moverse a tal o cual hora, en este o en aquel río, y montar las moscas para ese río y para ese día. Hoy en día, las eclosiones de insectos acuáticos son en su mayoría impredecibles, tanto en la hora como en el día.

En el Esla, los "pardones" de principios de temporada era a menudo lo más destacado de la pesca con mosca en esos primeros días. Les había de todos los tamaños, el "pardón" de tamaño grande se le conocía con el sobrenombre de "el pájaro". Ahora, las eclosiones de estos insectos son escasas y terminan mucho antes, y el "pájaro" hace muchos años que desapareció.

Los pescadores con mosca no son los únicos que se enfrentan a las variaciones de las eclosiones de insectos acuáticos, a las aves les encantan también los insectos acuáticos, son nutritivos y están cargados de ácidos grasos, algo así como caviar para los humanos. Algunos científicos han descubierto que las aguas más cálidas, los insectos acuáticos emergen antes y lo hacen en periodos de tiempo más cortos, eso es malo para algunas aves. Si los insectos acuáticos nacen con antelación y cada vez son menos, los pájaros pueden abandonar o incluso no construir sus nidos, ya que no tienen garantías de que podrán alimentar a sus crías.
El cambio en la temperatura del agua afecta a toda la cadena trófica del río, y por supuesto también a los pescadores con mosca.

Los pescadores temen que desaparezca su deporte favorito y su venerada trucha salvaje

Es evidente que ahora nieva mucho menos que antes, lo que también perjudica la pesca con mosca. Antiguamente, con las heladas, la capa de nieve se derretía poco a poco suministrando agua fresca a los arroyos durante semanas o meses. Ahora, cuando una ola de calor o una fuerte lluvia llega por sorpresa, derrite la capa de nieve, provocando escorrentías y niveles de agua mucho más bajos en los ríos naturales durante el verano.

Muy poco flujo de corriente significa que el agua está más caliente y eso reduce los niveles de oxígeno disuelto en el agua, lo que a su vez puede causar un elevado nivel de estrés en los peces y provocar restricciones en la pesca a partir de ciertas horas del día. Las mismas condiciones del agua que afectan a los peces, también pueden afectar a los insectos acuáticos.

Las temperaturas más altas y la menor humedad, exacerban las sequías y contribuyen a los incendios forestales devastadores como los de estos días que están asolando nuestros campos. Se calcula que la cantidad de hectáreas quemadas en lo que va de año es más del doble de lo que era hace 25 años.

Los efectos secundarios de los incendios, pueden provocar cambios en los ríos y arroyos durante años, además de las interrupciones temporales por el humo y las cenizas. Los incendios intensos como el pasado en Sierra de la Culebra (Zamora), dejan cicatrices en las laderas de los montes, con menos árboles y arbustos para evitar que las fuertes lluvias inunden las laderas y arrastren lodo y sedimentos a los ríos y arroyos cercanos.

El clima más cálido y los cambios en la capa de nieve, también dañan el hábitat de nuestra reverenciada trucha salvaje, que vive arrinconada en las cabeceras de nuestros ríos como último reducto que las queda, amenazadas también por la introducción de especies foráneas sin control, porque el apareamiento entre la trucha nativa y la trucha foránea reduce la salud genética de la descendencia de la trucha salvaje, lo que a su vez limita su capacidad para sobrevivir y reproducirse.

La importancia de actuar ahora

Es importante tomar medidas ahora sobre el cambio climático para salvar el planeta y en lo referente a la pesca, nuestra trucha salvaje y nuestro deporte favorito, y para que los futuros pescadores tengan las mismas oportunidades que tuvimos nosotros en su día. Todo el mundo sabe que si esto sigue así, los ríos donde podremos pescar en el futuro, no serán más que reservorios con truchas de criadero. 

Algunos pescadores no quieren saber nada de este tema, no quieren pensar lo que está ocurriendo con el clima cambiante y solo quieren disfrutar de la pesca mientras dure, sean truchas de criadero, alemanas o suecas, lo mismo da, la cuestión es salir a pescar mientras quede alguna trucha en el río. Se supone que la pesca con mosca es divertida, refresca el alma y todo lo demás... Ya sabes.

Mirar hacia el futuro da miedo, pero las personas que se preocupan por lo que se encontrarán sus hijos y nietos están muy preocupados por el cambio climático, y eso sí que da miedo.