El bastón de vadeo

La primera vez que usé un bastón de vadeo fue en el río Esla, aguas abajo del coto de Pesquera, un tramo difícil de vadear por lo irregular del lecho, fuertes corrientes en verano y pisadas impredecibles.

La situación de vadeo en algunos tramos de este río y en otros del Porma nunca fueron fáciles, y menos en verano con los pantanos soltando agua a mansalva.

Río Esla en julio.

Río Porma en agosto.

 Equipo de pesca.

Siempre pensé que el bastón de vadeo era una herramienta hecha para los pescadores mayores, algo en lo que apoyarse, una especie de tercera pata cuando la izquierda tiene problemas de rodilla y la derecha tiene que soportar un reemplazo de cadera o una artritis reumatoide. Sin embargo, uno de los pescadores más duros y atléticos que he conocido vadeando ríos era un joven treintañero. Siempre llevaba un bastón de esquiar atado a su cinturón y vadeaba aguas bravas como una nutria.

Mi primer bastón de vadeo fue el mango de una escoba de madera de aproximadamente 1,20 metros de largo, al que até un cordón largo y fuerte en la parte superior y sujeto a un mosquetón en mi cinturón de vadeo. Aprendí dos cosas con este palo: un tercer apoyo te convierte en un vadeador más rápido y seguro, y en un pescador más eficiente, a pesar de que el mango de una escoba es un pésimo bastón para vadear un río.

Velocidad y confianza

Haré un argumento rápido aquí sobre el bastón de vadeo, y puedes creerme o no. Honestamente, cuando tenía vente años, habría leído estas reflexiones y pensado: “esto no es para mí”. A decir verdad, después de un tiempo vadeando ríos con el mango de una escoba, lo escondí en un rincón oscuro de mi garaje y nunca supe más del. Durante muchos años vadeé sin bastón, si necesitaba algo en que apoyarme para cruzar el río o vadear una fuerte corriente, me servía de alguna rama seca de la orilla. No fue hasta después de los cincuenta que me di cuenta de la profunda necesidad de más tracción y estabilidad al vadear fuertes corrientes o al final de largas horas de pesca. Ahora, después de cientos y cientos de días sosteniendo un bastón de vadeo, se ha convertido en un compañero inseparable sujeto a mi cinturón listo para usarlo cuando lo necesite.

Siempre creí que un bastón de vadeo me haría más lento y torpe, nunca me pareció una buena combinación teniendo en cuenta mi pasión por la pesca y mi temperamento en el agua, pero me equivoqué. El bastón de vadeo no solo me permite vadear más rápido, sino también más seguro.
Ahora me habro camino a través de zarzas rastreras y otras plantas espinosas sosteniendo el bastón como un machete fuera del agua, listo para plantarlo en el lecho del río en cualquier momento cuando lo necesite. Si tropiezo o resbalo con una piedra, el bastón detiene mi caída y sigo avanzando. En lugar de tantear cuidadosamente mis pasos a través de aguas turbias y difíciles, ahora puedo vadear más confiado y rápido. Y es que tres puntos de apoyo son mejor que dos.

También uso el bastón de vadeo para liberar moscas y ninfas enganchadas ocasionalmente en el ramaje de las orillas, en las piedras del fondo o en las plantas del lecho del río, y también me sirve como indicador de profundidad. De escéptico del bastón he pasado a ser un firme defensor del mismo, y a llevarlo siempre conmigo.

Los inconvenientes

Un bastón de vadeo puede interponerse en nuestro camino y enredarse en los pies o en la línea de mosca cuando lo soltamos en el agua para lanzar. También agrega peso a la ya pesada carga que solemos llevar siempre con nosotros, y con más de un metro de largo es una pieza importante del equipo con la que lidiar. Todas esas dificultades fueron la causa por la que en principio no quise saber nada del bastón de vadeo.

A decir verdad, la forma en que muchos pescadores llevan y usan un bastón de vadeo conlleva exactamente eso: enredos y crear más problemas, incluso cuando les da estabilidad y les permite vadear mejor. Recuerda, yo lo hice así con el mango de una escoba, pero hay maneras mucho mejores de elegir y llevar un “palo de río”.

Soluciones

El inconveniente de que un bastón de vadeo haga que tropieces con él o se enrede en tu línea de mosca mientras está suelto en el agua se resuelve haciendo que su posición sea predecible, o sea, que se mantenga siempre en el mismo lugar. Para eso, lo mejor es llevarlo sujeto al cinturón de vadeo mediante un cordón.
Yo utilizo un bastón plegable de cuatro piezas unidas por un cable de goma (duran más que los cables de metal), que se recoge y se guarda en una bolsa de neopreno sujeta mediante un mosquetón a mi cinturón de vadeo, eso lo mantiene fuera del agua detrás de mí con el mango siempre listo. El bastón está siempre en el mismo sitio, fácilmente alcanzable con mi mano derecha, sin mirar.

Otra forma de llevar un bastón de vadeo de longitud fija, es mediante un botón retráctil para bastón acoplado al cinturón de vadeo o más arriba según convenga. Cuando se deja de usar, simplemente se suelta y el bastón se retrae a su posición, de esta manera ni se hunde ni se arrastra por las piedras del fondo del río en ángulos impredecibles.

Por supuesto, lo que funciona para mí puede no funcionar para ti. Todos sabemos esto. Los pescadores con mosca somos un grupo único y exigente, con un toque de bricolaje y una propensión a quejarnos de las opiniones de los demás.

Para finalizar estas reflexiones, decir nuevamente que nada es más importante que una tracción sólida y un vadeo seguro. Todos conocemos el significado que tiene una caída en el agua por un resbalón o por otras causas. Por otro lado, toma nota de cuantas veces la solución a un problema de presentación es acercarse lo más posible al pez, en otros casos a una postura prometedora para pescarla a ninfa, el bastón de vadeo nos ayuda en muchas situaciones a ejecutar una buena presentación tanto en superficie con una mosca seca como bajo el agua a ninfa, en definitiva a posicionarse mejor frente al pez.

La pesca con mosca no es un deporte estático, más bien todo lo contrario. Así que muévete más libremente con un bastón de vadeo que se ajuste a tus necesidades.

Pesca duro, amigo.