Bailando con moscas

Truchas y moscas

Tus ninfas no te dan los resultados esperados, es frustrante, y esa falta de resultados te hace cuestionar todo lo aprendido, todo lo que creías saber sobre la pesca con ninfa. Ahora estás buscando en los rincones de tu vieja caja de moscas ninfas que no has visto en acción durante años y que te puedan sacar del apuro, esperando que alguna te permita capturar al menos un pez para no regresar “bolo” a casa.

Estás contrariado, piensas que la pesca con ninfa siempre ha funcionado bien en este tramo, pero hoy no, así que le echas la culpa a la sobrepesca y maldices a las truchas mientras cambias de ninfa y de bajo cada vez más fino, porque eso es lo que se supone debes hacer, dicen, pero nada de eso funciona.

En tu afán por hacer algo diferente cortas la ninfa superior y en su lugar atas un tricoptero, ¿por qué?… bueno, ¿por qué no? No has tenido una sola “picada” en todo el día, pero aquí estás, ahora pescando en tándem con una mosca seca y una ninfa, y en la siguiente media hora tres truchas se comen con confianza tu tricóptero Flor de Escoba.

Las moscas que se balancean en tándem con una ninfa nunca ha sido lo tuyo. Eres un tipo que no cambia fácilmente de táctica, porque a lo largo de los años te han dado buenos resultados. Buscas presentaciones naturales para que los peces no recelen de tus moscas y una mosca que se balancea cruzando corrientes o luchando contra ellas simplemente no parece realista a los ojos de las truchas.

Al final de una racha de buena suerte, en tu afán por capturar alguna trucha más, enredas tu bajo de línea entre las ramas de un árbol y comienzas a cortar el nido 6X increíblemente tejido, “maravilloso” murmuras, ni el pájaro tejedor loaría mejor.

Así que con renovado entusiasmo, después de atar un nuevo bajo, dejas de culpar a las truchas y comienzas a lanzar río abajo bailando el tricoptero. Luego, durante un par de horas felices, vas capturando una trucha cada pocos lances.

Moraleja

Existen presentaciones y tácticas predeterminadas que todo pescador con mosca conoce, pero cuando todo eso falla, cuando todo lo que esperas que funcione no produce los resultados esperados, nunca culpes a los peces, piensa más en ti, esfuérzate más. Cuando tu técnica parezca buena, pero deja la red vacía, no te conformes con lo bueno, hazlo perfecto.

En resumen, sea cual sea la situación, no culpes nunca a los peces por tu falta de éxito. Es fácil creer que el río no tiene truchas, seguramente eso te hará sentirte mejor y es una solución cómoda para alejarte del tramo con tu ego intacto. Sé realista y dite a ti mismo que hoy los peces no han estado a la altura que esperabas de ellos.

Es fácil pensar que no hay nada que podamos hacer cuando las cosas no salen como uno espera que salgan, así que nos quitamos la gorra, pasamos el brazo por la frente y nos rendimos. Pero no te rindas nunca. Cree siempre en tus posibilidades, en el próximo cambio de estrategia, en el próximo ajuste del aparejo. Pescar nuestros ríos leoneses es siempre un rompecabezas, cada día es diferente. Las respuestas están ahí y los peces también. Créelo.

 


Comentarios

Entradas populares